Dejábamos atrás Swakopmund, dónde habíamos pasado un par de días tranquilos y tocaba volver a la carretera, esta vez para embarcarnos en uno de los trayectos más largos de todo el viaje, 600 Km. de distancia y muchas horas por delante para llegar lo más al norte del país que pudiésemos, pasando por Cape Cross y la Costa de los Esqueletos.
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